instrucción divina, esto es, como el testimonio que Dios da de sí mismo en la forma de testimonio humano en relación con su obra, su voluntad y sus caminos, y cómo la humanidad debe adorarlo. “Biblia”, en contraste, es una acuñación occidental posterior, producto de una lectura medieval equivocada del griego biblia (“libros”) como si fuera un sustantivo femenino singular en latín. “Escritura” se utiliza esencialmente en el mismo sentido en el singular y el plural: “las Escrituras” son todas las partes
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